Lo que no sabias del Desembarco de los Treinta y Tres orientales
- Escuela Técnica La Paz
- 10 abr 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 14 mar
El 19 de abril se celebra el Desembarco de los Treinta y Tres, fecha patria que despierta numerosas leyendas.
1- Los 33 no eran 33. Se cree que fueron cerca de una veintena, pero no se sabe a ciencia cierta porque existieron al menos 16 listas diferentes con los nombres.
2- El número 33 es una cifra simbólica para la masonería y muchos de los orientales que formaron parte de la cruzada pertenecían a la logia, por lo que se eligió ese número como algo simbólico.
3- No solo eran orientales los que desembarcaron. El historiador Aníbal Barrios Pintos asegura que hubo al menos 4 argentinos, cuatro paraguayos y un nacido en Mozambique entre quienes desembarcaron.
4- La primera pintura en reflejar el desembarco no fue la de Juan Manuel Blanes, sino que fue de la autora Josefa Palacios, apodada como “Pepita”. Representó el desembarco realizando un cuadro en 1854, mientras que Blanes lo hizo en 1878.
5- El 19 de abril no fue la fecha planificada. Querían desembarcar en la playa de la Agraciada el 12 de ese mes, pero una tormenta retrasó a uno de los lanchones.
6- El Gobierno de Buenos Aires se consideraba neutral ante en conflicto de los orientales, pero los ayudaron en la cruzada dándoles armas, dinero y un lanchón que fue entregado a Lavalleja.
7- La bandera de la cruzada se confeccionó específicamente para ella. Usando la bandera tricolor de la Provincia Oriental, se la adaptó agregando en el centro “Libertad o Muerte” en consecuencia al juramento prestado.
8- La playa de la Agraciada, donde se desembarcó no tenía popularmente ese nombre en aquella época. Se la llamaba “de la graseada” por las faenas que en ella solían tener lugar para beneficiar las grasas y sebos de los vacunos.
9- La cruzada de los 33 no fue un acontecimiento espontáneo ni de una sola ejecución, como se suele narrar. Ya en 1823 los orientales se reunían de forma secreta en Buenos Airres para su planificación.
10- Las listas de los cruzados no eran solo para hacer perdurar el nombre de los valientes orientales, sino que les garantizaban una pensión. La lista elaborada en 1828 por Lavalleja fue modificada por Oribe para asegurar algunos cobros.